martes, 14 de octubre de 2014

TICs en la educación: desafío y responsabilidad

Durante el siglo XX el ser humano experimentó un sinfín de catástrofes y tragedias que marcaron a fuego la consciencia de la humanidad. Pero, como suele suceder, la otra cara de la moneda lo constituye el enorme salto al desarrollo que caracterizó a la pasada centuria y que se ha profundizado en los primeros años del siglo XXI.

En la Educación lo anterior se ha traducido en una serie de nuevas herramientas, conocimientos y
medios de información, comunicación y enseñanza conocidos como TIC (tecnologías de la información y comunicación). Estos nuevos elementos han provocado una verdadera revolución (en el más amplio sentido de la palabra) en el ámbito educativo, solucionando muchos problemas, entregando varias respuestas pero, al mismo tiempo, planteando inquietantes interrogantes.

Resulta todo un cambio de paradigma comprender el funcionamiento de estas nuevas herramientas, especialmente para aquellos docentes con una larga trayectoria y habituados a otro estilo de enseñanza. Pero, también resulta todo un dilema, más allá del uso técnico de estas tecnologías, la aplicación que le vamos a otorgar. El “jugo” que le vamos a sacar.

En nuestra infancia y juventud (casi) todos fuimos bombardeados por profesores que, usando la clásica tiza, inundaban de cifras, palabras, letras y textos inacabables los viejos y oscuros pizarrones de las salas de clases. La idea es evitar que sigamos haciendo lo mismo. Si en los tiempos que corren los profesores usan el Power Point o el Prezi para seguir llenando de cifras, palabras, letras y textos las clases, entonces no hemos entendido nada. El mero uso de las nuevas herramientas no sirve si éstas no van acompañadas por su respectivo cambio de paradigma, de forma, estilo, de enseñanza. En eso realmente consiste “usar” estas nuevas herramientas de la información y la comunicación.

Así como a una persona no le basta hacer andar un vehículo, sino manejar los conceptos del tránsito; así como a un ciclista no le basta saber andar en bicicleta, sino además no hacerlo en la vereda; así como no nos basta con saber leer, sino que debemos comprender lo que leemos; a nosotros como profesores no nos basta con saber manejar una herramienta tecnológica si no somos capaces de darle un uso conceptualmente diferente de aquél en que nosotros nos educamos. De lo contrario seguiremos vendiendo el mismo (mal) producto, pero con distinto envase.

Y ya es tiempo de cambiar esa filosofía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario