jueves, 16 de octubre de 2014

Vegetarianismo y las religiones del mundo







Siempre me ha llamado la atención el típico "argumento" que las personas que consumen carne dicen a los vegetarianos: "Dios puso a los animales para que el ser humano hiciera uso de ellos. Por tanto, podemos comerlos". Impactante, pues si realmente existe un dios, ¿qué misericordia realmente tiene si permite que seres sintientes sufran de esa manera? Si es un "ser perfecto", ¿por qué no creó una alimentación que no involucrara matanza y tanto sufrimiento? Sin embargo, en la columna de hoy, quisiera mencionar el respaldo que las religiones del mundo dan al vegetarianismo.

Cristianismo y judaísmo

En el Antiguo Testamento, en el Génesis, se señala: "Y Dios dijo: Ved que os he dado toda hierba portadora de simiente que hay sobre toda la superficie de la Tierra; y todo árbol portador de frutos con simiente os debe servir para alimentaros" (Génesis 1,29). Luego, continúa: "Y Dios, el Señor, mandó al hombre: comerás abundantemente de cada árbol de este jardín" (Génesis 2,16).

Respecto a comer carne, la Biblia es bastante clara: "Así como las verdes hierbas, os lo he dado todo. Solo no comeréis carne con su vida, que es su sangre. Y ciertamente exigiré la sangre de vuestras vidas; la re-clamaré por cualquier animal" (Génesis 9,3-9,5). Categóricas son las Sagradas Escrituras en los proverbios 15,17: "Mejor un plato de legumbres con amor que un buey cebado, pero con odio".

Tanto para cristianos como para judíos y musulmanes, nos dice Isaías: "Sacrificar a un buey es como matar a un hombre" (Isaías 66,3).

En los escritos esenios, Jesucristo señala: "En verdad os digo que quien mata se mata a sí mismo y quien come la carne de animales muertos come del cuerpo de la muerte. Pues en su sangre cada gota de ella se transforma en veneno; en su respiración hiede la respiración de ellos; su carne hierve; sus huesos se convierten en yeso; sus intestinos se pudren en sus intestinos; sus ojos se llenan de costras y sus oídos de cera. Y su muerte será la suya propia" (El Evangelio esenio de la paz, libro 1). Luego dice: "En verdad os digo que los que participan en beneficios que se consiguen haciendo algo injusto a las criaturas de Dios no pueden ser honestos, ni a los que tienen las manos manchadas de sangre o sus bocas contaminadas por la carne les pueden afectar los temas sagrados ni aprender los misterios del reino" (El Evangelio de los doce santos, lección 38).

Islam

El profeta Mahoma, para el Islam, es autoritario con el tema: "Alá no da compasión a nadie excepto a los que muestran compasión con otras criaturas. Donde haya abundancia de vegetales, descenderán los ángeles sobre ese lugar" (El profeta Mahoma, Hadiz). Luego: "Lo que tenéis prohibido (para comer) es: la carne muer-a, la sangre y la carne de cerdo [...]" (El Corán, sura 5: La mesa servida, aleya 3).

El profeta Mahoma es explícito con su primo Alí: "Oh, Alí, no deberías comer carne.
Si comes carne durante 40 días, esas cualidades se transmitirán a ti. Por ese motivo tus cualidades humanas cambiarán, tus cualidades de compasión también cambiarán y la esencia de tu cuerpo variará. Oh, Alí, no deberías comer carne" (Muhammad Rahim Bawa'Muhayad-din, Sufi místico islámico).

Budismo

En el Mahaparinirvana sutra Buda señala: "Comer carne destruye la semilla de la compasión y cada acción de un consumidor de carne aterrará a todos los seres debido a su olor corporal a carne". Y le dice a Mahamati: "Comer carne alberga innumerables delitos" (Lankavatara Sutra [Tripitaka n° 671]). También señala: "Si nadie comiera carne, nadie mataría un ser vivo para alimentarse [...] Se mata para el comprador, por lo que comprar es exactamente lo mismo que matar. Por tanto, comer carne puede cerrar el camino sagrado" (Lankavatara Sutra [Tripitaka n° 671]).

Hinduismo

En los Vedas, los escritos sagrados más antiguos del mundo, consta: "No debes emplear el cuerpo dado por Dios para matar a otras criaturas de Dios, ya sean seres humanos, animales o lo que sea carne" (Yajur Ve-da 12,32). También se señala: "Mientras no se mate a ningún tipo de seres vivos, se estará en disposición de ser salvado" (Manusmriti 6, 60). En el Mahabharata se dice: "El que quiera alcanzar la paz suprema no debe, en ningún caso, comer la carne de cualquier animal del mundo" (Anusasanika Parva 115,55). Luego: "Quien encarga matar o cumple ese encargo, quien separa un miembro del cuerpo, quien mata realmente a un animal, quien compra carne y la come, será identificado como asesino" (Manusmriti 5,51). También se señala: "Quien para su diversión personal arrebata la vida a inocentes criaturas de Dios, no alcanzará la felicidad en esta vida o en la vida posterior. A la vista de los métodos con que se procure la carne y teniendo en cuenta el sufrimiento de las criaturas [...] el hombre deberá renunciar a comer carne" (Manusmriti 5,45-49). Finalmente: "Quien autoriza a sacrificar un animal, cortarlo, matarlo, comprar o vender su carne, cocinarla, servírsela y comerla será considerado por todos como verdugo de animales. No hay pecado mayor que el de los que procuran aumentar su propia masa de carne a costa de la carne de otros seres" (Manusamhita 5,51-52).

Otras religiones y creencias

En otras religiones, como en la base del jainismo (cercano al hinduismo) es fundamental la renuncia a la violencia; es así como en el Sutrakritanga se señala: "Un hombre que protege su alma y doma sus sentidos no debe consentir nunca en la muerte de un ser vivo".

En el Guru Granth Sahib, el libro sagrado del sijismo dice: "No digo que los Vedas, la Biblia o el Corán sean falsos. Los falsos son los que no los observan a fondo. Si dices que hay un solo Señor en el Universo, ¿por qué matas a las vacas?". Luego: "El mundo come cadáveres de animales, vive gracias al descuido y la codicia. Como los duendes o las bestias matan y comen carne cadavérica. Domina tus deseos o en caso contrario serás atrapado por el Señor y arrojado a los sufrimientos del infierno".

En el confucianismo se señala: "¿Cómo trata a los animales un rey santo? Los quiere ver vivir, no puede soportar contemplar su muerte. Escucha sus gritos de dolor y no puede comer su carne, pues no tiene valor para hacerlo" (Xin Shu, Tomo 6, n°7).

Señala el taoísmo: "¡Compra animales que hayan sido capturados y dales la libertad! ¡Qué elogiosa es esa renuncia que elude al carnicero! [...] No vayas a la montaña para capturar pájaros con red, ni al agua para conseguir peces y pececillos. No sacrifiques los bueyes que aran tu campo" (Tao Te King).

En el bahaísmo se dice: "¿Cuál será la alimentación del futuro? Frutos y granos. Llegará un tiempo en que no se consumirá carne. La ciencia médica está aún en su fase inicial, pero se ha demostrado que nuestra alimentación natural es la que crece en el suelo" (Abdul-Baha: Die Tage im Licht aus Akka, 1979, p.8 y sig.).

Tal vez no somos creyentes y no necesitamos de estas palabras para convencernos de llevar una
alimentación vegetariana o vegana, pero para quienes son creyentes, quizás, es bueno que revisen las escrituras sagradas de su religión antes de asegurar que su deidad da plena libertad para maltratar a los animales no humanos, principalmente para la alimentación.

Fuentes: - Dahlke, Ruediger (2012) Alimentación vegana. Barcelona: RBA Libros.
- Suma Ching Hai (1993) La llave para la iluminación inmediata. Madrid: Compañía Editora.


*Magíster en Literatura, U. de Chile
Profesora de Castellano, PUC
Licenciada en Literatura, U. de Chile
Profesora Facultad de Educación

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