miércoles, 26 de noviembre de 2014

Editorial: El profesor, un nuevo líder

Uno de los elementos más trascendentes del nuevo (y no tan nuevo) rol del profesor es su responsabilidad de guiar y liderar grupos. Ya no es más un “académico” que enseña, entrega herramientas o indica conocimientos, sino que va más allá: la orientación, el convencimiento, la aglutinación en torno a una idea, a un colectivo, a una sociedad.

Alfredo Sfeir, ex candidato presidencia, economista y ex funcionario del Banco Mundial, lo expresa de manera muy contundente: “El liderazgo es el proceso y el camino (nuestro y de otros) a través del cual administramos cosas y aunamos-orientamos-inspiramos personas hacia el alcance de una visión (inmersa en una realidad) y con un propósito común. El liderazgo es una energía multidimensional y universal que envuelve origen, propósito, lenguaje, movimiento, comportamiento, esfuerzo, atención, concentración, trayectoria, dirección, transformación, realización y destino. El liderazgo es el vehículo para llegar a un punto de encuentro con uno mismo y con todos, a través del tiempo y del espacio que nos pertenece a todos por el simple hecho de existir.” (Sfeir, Alfredo, Revista Mundo Nuevo, 2014).

Entender el papel del profesor como líder, por lo tanto, tiene una relación directa con este enfoque: el líder es un administrador (de conocimientos, de herramientas, de elementos), pero además es un orientador e inspirador para quienes están bajo su mando. Es imposible que un estudiante se comprometa con lo que se en-seña si no se le traspasa la debida motivación, la debida razón por la cual es necesario que aprenda lo que le entrego.
El profesor también es un “repartidor de convicciones” para sus alumnos. Por otro lado el profesor también debe dejar atrás sus antiguos encasillamientos en su propia y exclusiva disciplina. Debe saber manejar amplias visiones de la realidad, planteándose en una dinámica de colaboración, no de rechazo o rivalidad, con otras disciplinas, visiones y áreas. La transversalidad, la integralidad disciplinaria, la amplitud de visiones y criterios serán (son) básicos en la educación del mañana inmediato.

Por eso es necesario hacer la reflexión sobre el rol del profesor y su papel (inevitable) como líder de sus grupos. La pregunta será entonces ¿qué tipo de liderazgo debe encarnar el profesor? Sfeir tiene la palabra: “será una persona espiritual, con un sentido de lo colectivo, una mirada interna, y dará especial relevancia al aprendizaje por experimentación (…) Los verdaderos líderes deberán ser capaces de mostrar el camino hacia un destino colectivo, entendiendo la consciencia humana y la de todos los seres vivientes como una unidad inseparable. Por lo tanto, los líderes no serán sólo personas que “saben” (el saber), sino además personas que son “auto-realizadas” (la sabiduría). En este mundo sin fronteras, los líderes deberán ser capaces de mostrar el camino hacia un destino colectivo, entendiendo la consciencia humana y la de todos los seres vivientes como una unidad inseparable. Por lo tanto, los líderes no serán sólo personas que “saben” (el saber), sino además personas que son “auto-realizadas” (la sabiduría). En este mundo sin fronteras, los líderes serán seres globales: “que tienen la habilidad de transformarse en el otro sin perder su propia identidad”.


Referencias:
Revista Mundo Nuevo (2014). El verdadero liderazgo. Recuperado de: http://www.mundonuevo.cl/noticia/49/el-liderazgo-verdadero

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