martes, 2 de diciembre de 2014

¿Elegir educar?




Belén Pérez*


La publicación de las carreras con mejores sueldos en el diario Las Últimas Noticias
(N de la R: edición del martes 4 de noviembre de 2014) muestra que la mayoría de dichas carreras son ingenierías, con las carreras de educación ocupando puestos muy inferiores. Esto explica que muchos estudiantes de cuarto medio manifiesten que quieren estudiar dichas carreras, despreciando las carreras de pedagogía, excepto por su financiamiento por lo atractiva que se ve la Beca Vocación de Profesor (BVP).

Este “desprecio” hace dudar de la efectividad de programas como “Enseña Chile”, fundación que realmente es bastante contradictoria en su formación, ya que su presidente, Tomás Recart, no eligió educar. Recart es constructor civil, con un máster en políticas públicas, pero no tiene ningún grado en educación (IADB). Además, el comercial para TV que lanzó dicha fundación para “promocionar” las carreras de pedagogía, causó malestar en muchos docentes, quienes sintieron que este comercial contribuía a mantener la idea de que la gente que estudia carreras de educación lo hace porque no tienen otra opción. La única “pedagogía real” puede verse en forma de humor en algunas páginas de internet, destacando “Docencia Sin Decencia”, la cual se ríe de algunas situaciones que viven los docentes de nuestro país.

Así que el dilema de si elegir educar o no está sobre la mesa. Es una decisión muy compleja, ya que este es un trabajo que suele ser muy despreciado debido a las extensas jornadas laborales, bajos sueldos y malos tratos que reciben los docentes, sobre todo en contextos vulnerables. Además, en nuestro país se permite que muchas personas que no tienen ninguna preparación pedagógica ejerzan trabajos de enseñanza, lo cual hacen en muchos casos porque no les queda opción. Estos trabajos tienen un máximo de año de ejercicio, en los cuales los profesionales con grados académicos en diversas disciplinas pueden trabajar antes de tener que completar ciclos de formación pedagógica, los cuales pueden durar entre 2 y 4 semestres.

Un problema digno de mención es que las universidades reciben un aporte fiscal indirecto por aceptar alumnos con la BVP, lo que ha motivado que la Universidad de Chile decidiera volver a impartir carreras de pedagogía. Las universidades del CRUCH han demostrado que necesitan dinero desesperadamente: esa es la real razón por la que el ranking ha sido tan aceptado, ya que los alumnos vulnerables, que son los principales beneficiados por este mecanismo, reportan mayores ingresos a la universidad para su formación. Si las mismas universidades que formarán a los nuevos profesores solo tienen un interés económico en los estudiantes, es difícil tomarse en serio el hecho de que quieran formarse “mejores docentes” para contribuir a formar una “educación de calidad”.

Respecto a la educación de calidad, hay un chiste popular que resulta perfecto para describir lo que se está haciendo: “Un camello es un caballo hecho por una comisión de expertos”. Las reformas educacionales que se están haciendo dejan en claro que no hay profesores involucrados, y que muchas de las reformas responden solo a populismo por parte del gobierno. Si pensamos un poco más allá nos daremos cuenta de que eliminar los colegios particulares subvencionados agrandará la brecha entre los más ricos y los más pobres, ya que habrá más colegios que deben ser financiados por el Estado, y todos los colegios recibirán la misma cantidad de dinero. Esto no es sinónimo de calidad, ya que se está nivelando hacia abajo.

Todo lo anterior muestra lo mal que está la educación en nuestro país, ya que nadie sabe lo que hace y muchos solo hablan de formar mejores profesores y de que debemos mejorar la calidad educacional, sin saber todo lo que esto involucra. Es muy fácil hablar del sistema educativo, ya que todos han pasado por él, pero muchos hablan de las malas experiencias que tuvieron en lugar de recordar las buenas.

Mientras los docentes no reciban mejores sueldos es difícil que los mejores alumnos sean atraídos por las carreras de educación. Las ingenierías son muy valoradas por el sector privado, razón por la que son tan bien pagadas. Nuestra sociedad asocia demasiado el éxito con el dinero, lo cual ha evitado que los mejores alumnos, quienes realmente poseen conocimientos, sean formados y preparados para enseñar. Mientras el proyecto de carrera docente siga atascado, las universidades sigan batallando para conseguir financiamientos y nuestros medios y gente sigan fomentando la idea de que la docencia es una profesión “de segunda” no podremos mejorar la educación chilena.


*Estudiante de Pedagogía en Inglés

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